viernes, 25 de enero de 2013

Sale Liniers, entra Hellerman... Sale un militar, entra un psiquiatra

Entrevista a Pablo Solz, Director del Ex Hospital Liniers de Rosario del Tala Sale Liniers, entra Hellerman… Sale un militar, entra un Psiquiatra. Antes de comenzar, debo dar las gracias a, Pablo A. Solz, por conceder una segunda entrevista sobre el mismo tema. Problemas técnicos, hicieron que la primera entrevista se perdiera, y como creemos de gran importancia los motivos por los cuales, el Director del hospital fue consultado, regresamos y accedió sin ningún problema. Solo algunos chistes, de parte de Él, lograron la tranquilidad del entrevistador. Pero el motivo principal, por el cual nos trasladamos a la ciudad de Rosario del Tala, el principal motivo de esta entrevista es el cambio de nombre que ha sufrido el ya Ex Hospital Liniers, que ahora lleva el nombre de Hospital Doctor Luis A. Hellerman. Una entrevista muy amena, con el Director del mismo, hará que sepamos, para quienes no lo conocíamos, quien es Hellerman, los avances que provocó en este área de la medicina y lo innovadora que fue su política hospitalaria. Una entrevista para no perderse, donde el entrevistado también nos cuenta el antes y después de la incursión de este gran Doctor en la medicina mental. A continuación, y sin más protocolo, las palabras de Pablo A. Solz ante las preguntas de La Otra Verdad. ¿Por qué se decidió cambiarle el nombre al Hospital? Este hospital, a partir de los primeros días de enero, se llama Doctor Luis A. Hellerman. Para quienes no saben, el Doctor Hellerman, fue director de esta unidad hospitalaria, hace mucho tiempo atrás y se jubiló en el año 1999. Él fue un gran transformador, un transformador de lo que era el “loquero”, “manicomio”, lo transformó, teniendo clara, una política en el área de la salud mental. Volteó muros, volteó alambrados, y transformó el hospital en un lugar de puertas abiertas, abierto a la comunidad. Aparecieron los consultorios externos, donde mucha gente se asiste y se sigue asistiendo, para que estos, no termine en una internación. Es decir, la transformación profunda y seria que el hospital logro tener a partir de la dirección de Luis, fue muy grande. El Doctor Hellerman, es un Psiquiatra destacado no solo en la provincia y el país, sino que internacionalmente también lo es. Anduvo por Italia, fue Presidente de la Federación de Psiquiatras de La Argentina, integro distintas comisiones en lo que a esta parte de la medicina refiere. Hace veinticinco años, cuando en la provincia no existía esta política de salud mental, este hospital ya la tenía. Tenía una concepción muy clara de que hacer con los pacientes, como internarlos, como contenerlos, como continuar con la medicación, los controles periódicos, en fin, cuando todo eso pasaba en este hospital, la provincia no tenía esas políticas. Hoy si, desde la provincia se sigue trabajando y profundizando, todo esto que logró el Doctor Luis A. Hellerman, la defensa de los derechos humanos de los pacientes, la defensa de la salud física y mental de los trabajadores de este tipo de hospitales. El trabajo en estos lugares es insalubre. Luis fue un gran humanizador de los pacientes y de los trabajadores de salud mental. ¿Qué dice el Doctor Luis A. Hellerman de este homenaje que se le hace en vida? La letra “A”, después de Luis, lo diferencia de su padre, Luis Hellerman, que fue un reconocido docente y gran trabajador comunitario. El siente un poco de pudor, de que esto haya salido así. Pero bueno, lo ha aceptado, con la humildad que lo caracteriza. Yo soy un creyente de que los homenajes hay que darlos o hacerlos en vida. Y Luis se merece, que esta denominación que tiene el hospital, con su nombre, sea hecha en vida. Esto que se hizo, es un festejo, una alegría que se da a quien se homenajea. Distinto es cuando el beneficiario no vive más, y el homenaje, tiene esa alegría mezclada con tristeza, por los recuerdos, para quienes están en ese momento., familiares, amigos, vecinos, etc. Nosotros queremos que esto sea una fiesta. Queremos que esto sea una alegría para Luis, para su familia y amigos, para sus colegas. Que se lo reconozca a Él, como el gran transformador, de estos hospitales en la provincia y en el país. Y le guste o no, el hospital ya lleva su nombre (risas). Organizaremos un evento, algo formal, para que podamos juntarnos, conversar, contar anécdotas. Vamos a invitar a todos los medios, a autoridades municipales, provinciales y nacionales, a las distintas instituciones de la ciudad que están siempre colaborando con nosotros, a que se acerquen a este festejo. Siempre con la humildad que nos caracteriza y con los escasos recursos que tenemos. Hablando de recursos… ¿Cuál es la presencia que tiene el estado, en este tipo de hospitales? ¿Existe una presencia fuerte del estado en lo que a salud mental se refiere? Yo no hablo de los otros hospitales, hablo de este, que es el que yo manejo. Con respecto a nosotros, siempre son escasos los recursos. Este hospital, recibe una partida como todos los hospitales. Tratamos de administrar de la mejor manera posible. Hay veces que las partidas para medicamentos se nos hacen escasa. Las necesidades básicas están garantizadas, no hay carencias groseras, con más recursos, esto se podría mejorar. Lo que sí es escaso, es la parte de recursos humanos. Nosotros tenemos dos psiquiatras, una que viene de Nogoyá y otra de Basavilbaso. Tenemos un grupo numeroso de psicólogos, pero cuando están de vacaciones, también vemos que hacen falta más, para atender mejor. Estamos carentes de enfermeros y hay veces que no tenemos para hacer suplencias. Pero hemos evolucionado y progresado mucho. Antes, los enfermeros eran analfabetos. Había que estar al lado de ellos, porque no sabían escribir un parte. Hoy eso ya no existe más. Tenes que tener título universitario y matriculado en la provincia de Entre Ríos. Desde ese aspecto, se ha mejorado muchísimo, pero igual, falta recursos humanos. Se necesitan enfermeros para hacer suplencias, en este momento, están viniendo enfermeras de la ciudad de Nogoyá. ¿Cuáles son las políticas que implementa el hospital, con respecto a los pacientes ambulatorios y a los pacientes internos? Tratamos de que el paciente esté lo menos posible internado, que el paciente recupere su salud y regrese a su domicilio a seguir con su vida. Desgraciadamente, contamos con pacientes crónicos, que son cada vez menos. Trabajamos como cualquier hospital clínico. Vos vas, te operas, estás tres o cuatro días y volves a tu casa. Esto ocurre acá también, que cualquier persona que ingrese con algún problema psíquico, este la menor cantidad de días aquí dentro y que luego, siga en los consultorios externos. La internación prolongada, resulta contraproducente para el mismo paciente. Con el pasar de los años, el paciente adquiere hábitos hospitalarios y lo verás que andan deambulando por acá, pidiendo cigarrillos, etc. Tratamos de que no se le haga crónica su estadía en el hospital. La vida de familia, es mucho más contenedora que la vida hospitalaria. ¿Necesita dar un mensaje a la sociedad, con respecto a estos enfermos? Este es el primer hospital de la provincia, está en el centro de la misma, en un lugar estratégico. Nosotros abarcamos el centro-este de Entre Ríos. Y el mensaje, para todos ellos, que ocupan esta zona, es que nos sigan apoyando, que sigan colaborando con la salud mental de la población, aceptando fundamentalmente a los pacientes, respetándolos en sus derechos humanos, en la dignidad que ellos necesitan y deben tener como cualquier ser humano y no por padecer este tipo de enfermedades, deben ser discriminados. Debemos aceptar al paciente tal cual es y entender que hay que ayudarlos. Resulta muy difícil, para los pacientes externos, conseguir trabajo. Nosotros, tratamos desde nuestro lugar, dentro del hospital, tratar de capacitarlos en algún área, para que cuando salgan, puedan desempeñarse en alguna actividad laboral. Algunos ya vienen con sus profesiones o sus habilidades marcadas. Por eso existen los talleres de terapia ocupacional. Por eso necesitamos que la sociedad los acepte y los respete. Sobre todo el paciente ambulatorio, el paciente que hace consultorios eternos… ¿Se da cuenta que es discriminado? Depende la patología que tenga. Algunos se dan cuenta y otros no. Igualmente, la discriminación es cada vez menor. Antes, eran totalmente rechazados. Antes, por el solo hecho de venir al hospital, a hacer una consulta por un trastorno de ansiedad, de estrés, de algún estado depresivo, te trataban de loco. Algunos ni si quiera caminaban por la vereda. Tenían miedo que los pacientes se escapen y ejerzan algún tipo de violencia contra ellos. Esto, hoy, se ha transformado radicalmente. Hoy, transitas por los pasillos del hospital, y encontras gente común y corriente, que tiene su trabajo, su oficio. Vienen en sus vehículos propios, si pueden comprar su medicina, la compran, sino se la proveemos nosotros, ya no es un pecado padecer algún problema psicológico. Nadie está exento de padecer este cualquier tipo de trastorno. Por suerte la sociedad ha evolucionado mucho. La transformación costó, pasaron muchos años, pero los frutos los estamos viendo. Antes la gente no venía al hospital porque decían que no estaban locos, y muchos tenían razón, no lo estaban, pero entendían que si asistían era `porque estabas loco, nada más. Nosotros teníamos paciente internados, que la familia los dejaba y nunca más los veía. No sabíamos de donde habían llegado, quienes eran, quienes lo habían traído. No había diagnósticos del paciente, no existía farmacología. Antes, cuando el paciente era violento, se lo trataba con la fuerza bruta del enfermero, que lo contenía hasta que se calme. Pero con la llegada de los psicofármacos y la llegada del Doctor Hellerman el hospital creció y mucho.

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