La Iglesia
Católica, vive en la boca de la tormenta, y declaraciones de algunos de sus
representantes, hacen que sea esta, quien no encuentre en esta sociedad
moderna, un lugar de inserción. Claramente y como en todas las demás
religiones, como en las distintas entidades del mundo, no todos piensan igual y
mucho menos, actúan todos de la misma forma.
Recordemos, que
parte de la Iglesia, fue duramente criticada por delitos cometidos en nombre
del Señor, que muchos curas representantes del catolicismo fueron denunciados
en distintas partes del mundo por delitos sexuales, por apoyar gobiernos de
facto o por callar y hacer la vista gorda a delitos cometidos por sus pares en
el resto del mundo. En nuestro país, muchos Sacerdotes y parte de la cúpula de
la Iglesia, fueron parte importante en el robo sistemático de bebés durante la
última dictadura, algunos párrocos, daban la extrema unción a detenidos
clandestinamente por militares de la época. Daban la extremaunción a hombres y
mujeres, chicas y chicos, detenidos en centros clandestinos de detención,
porque luego serían matados por sus captores.
Claro, que
también existen de los otros, de los que de buena fe y con gran tino, cuidaban
de los ciudadanos y cubrían de alguna forma, a quienes eran seguidos por los
delincuentes que ocuparon el poder, durante la última dictadura.
La Iglesia,
nunca se mantiene al margen de los temas que están en debate en la actualidad.
Lo que justamente no hace, es actualizarse a los tiempos que corren. Y salen,
algunos, por los medios, a realizar declaraciones poco afortunadas citando
mentiras, para justificar su postura con respecto a algunos temas muy sensibles
en esta sociedad actual.
Leandro Bonnin
es un Sacerdote nacido en San José, Departamento de Colón, de la Provincia de
Entre Ríos, y dio su parecer de los corzos. De hecho, le cayó muy duro a los
corzos y el casi desnudo de las integrantes de las comparsas. A continuación,
dejamos algunas frases, pronunciadas por el cura, que desempeña su labor, en la
ciudad de Paraná, en la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad.
“Es una
forma de manipulación de la belleza del cuerpo de la mujer, hiperexpuesta a la
mirada de todos. Es, entonces -lo afirmo con toda certeza- una forma de
violencia de género. Es una forma de 'usar' los cuerpos para el goce egoísta de
los sentidos y del corazón corrompido del varón”, remarcó.
“El carnaval (sobre todo, el que tiene formato Río de
Janeiro, el que se está sosteniendo en Gualeguaychú desde hace años, y
prolifera, desgraciadamente, en cada rincón de la provincia) es una fiesta
pagana, donde se exaltan todos los excesos, donde el descontrol es la lógica.
Descontrol que quizá al principio se disimule o se muestre en 'cuentagotas',
pero que progresivamente abandona su 'guarida' y se transforma en el eje, en el
hilo conductor de la fiesta. Como pueden leer en cualquier nota sobre los
carnavales con más años, se considera este tiempo como un tiempo de 'vale
todo'. Y cuando se dice todo, es todo”, afirmó.
“La lujuria es lo contrario del amor y del compromiso que fundan
una familia, porque el descontrol en el alcohol y las drogas y la 'exaltación
de la joda' son lo contrario de la disciplina, del espíritu de superación y
sacrificio que forjaron nuestra patria”.
Más adelante, sostuvo que “un cristiano no puede participar
de esta fiesta pagana. Un cristiano debe oponerse con todas sus fuerzas a la
lógica del descontrol y de la lujuria que impera en estos eventos. Un cristiano
no puede cooperar de ninguna manera en la realización de estas fiestas. Nuestro
testimonio en favor la belleza de la pureza y del carácter sagrado de la
sexualidad, hoy más que nunca, nítido, claro, luminoso”.
Mientras tanto,
en la vecina provincia de Santa Fe otro Sacerdote, el Padre José Ramón Ceschi decía lo siguiente, con respecto a la homosexualidad:
“Las personas homosexuales ‘no son
totalmente normales como los heterosexuales y que sus elecciones ‘son una
desviación
No hay una postura clara sobre la
homosexualidad, dijo y apuntó que ‘de hecho la Iglesia habla junto con la
ciencia de que hay un proceso incorrecto en la maduración de la sexualidad‘.
O sea, son hijos de Dios, nuestros
hermanos, tienen un sentimiento que vamos a usar la palabra normal entre
comillas si prefieren; es una cosa un poco incomprensible, pero de todas
maneras son sentimientos sinceros y la Iglesia también tiene que pensar en
ellos‘, indicó.
‘Los respeto como personas, por sus valores, por ejemplo yo veo que la mayoría de los varones homosexuales son muy respetuosos, quizás por la dimensión femenina que tienen, son muy amables, afables y muchas mujeres los aprecian por eso‘, agregó.
‘En algunos casos hasta nos superen a los heterosexuales, de todas maneras independientemente de eso, uno reconoce con alegría esos valores‘, añadió. Pregunto... ¿Por qué se sabe heterosexual o se incluye dentro de estos cuando habla de nosotros? ¿Cuál es la sexualidad de los curas? ¿Nacieron asexuados?
‘La iglesia siempre ha pensado que el matrimonio religioso, dejemos de lado la parte civil, es de un varón y una mujer. Está muy clarito, no se discute ni a nadie se le ocurre santificar una unión civil. Se excluye totalmente‘, aseveró Ceschi. (Télam)
‘Los respeto como personas, por sus valores, por ejemplo yo veo que la mayoría de los varones homosexuales son muy respetuosos, quizás por la dimensión femenina que tienen, son muy amables, afables y muchas mujeres los aprecian por eso‘, agregó.
‘En algunos casos hasta nos superen a los heterosexuales, de todas maneras independientemente de eso, uno reconoce con alegría esos valores‘, añadió. Pregunto... ¿Por qué se sabe heterosexual o se incluye dentro de estos cuando habla de nosotros? ¿Cuál es la sexualidad de los curas? ¿Nacieron asexuados?
‘La iglesia siempre ha pensado que el matrimonio religioso, dejemos de lado la parte civil, es de un varón y una mujer. Está muy clarito, no se discute ni a nadie se le ocurre santificar una unión civil. Se excluye totalmente‘, aseveró Ceschi. (Télam)
En el caso del Sacerdote Bonnin, debe tener en cuenta, sobre todo, que
nadie obliga a participar de estas fiestas, a mujeres, para que bailen y se
diviertan participando de corzos para que sean utilizadas como objetos de
deseo, porque también participan, mujeres mas vestidas, hombres, niños y
adolescentes, tocando instrumento y bailando con su torso desnudo. Entonces, no
será cierta la afirmación, y menos si habla de certeza, que es una forma de
violencia de género. La desnudez es parte de la vida y no hay porque negarla.
Pero nadie obliga a nadie, y sobre todo, sabiendo que esta, es una forma artística de expresión cultural. En lo
que no pronunció y seguramente estaremos de acuerdo, es que no es necesario,
disfrazar a niñas y adolescentes, de bailarinas sin ropa. No es necesario que
una nena, deba llevar un traje cola less, pero tampoco lo será, prohibir estas
fiestas, que en principio, se realizan como expresiones populares. No es,
justamente La Iglesia, una institución popular, por lo contrario y al igual que
las demás religiones, trabajan con y para los más pudientes.
Vale la pena destacar, que Bonnin,
fue uno de los firmantes de la carta presentada
en septiembre de 2010 a monseñor Maulión, donde se denunciaba los abusos del
sacerdote pedófilo Justo José Ilarraz
Mezclar la droga, el alcohol y demás yerbas, con estas fiesta
populares, solo dejan mal parado a quien es emisor de la denuncia y no a los
receptores de los agravios. Porque sin duda alguna, es un agravio a quienes con
buen tino y buena predisposición, trabajan durante todo el año, para hacer
disfrutar a propios y extraños. Lo popular no va de la mano con ninguna
religión, mucho menos, en religiones pre establecidas.
Y contestándole o haciendo una
observación a las palabras del Sacerdote Santafesino, quien dice que los
homosexuales no son tan “normales” como los heterosexuales, debo decir, que
primero me gustaría saber, que es para Él, “ser normal”. Quiero aclararle que
muchos personajes nefastos de la historia, eran heterosexuales, y mataron,
violaron, vejaron y se ensañaron con mujeres, con chicos y con chicas. Que
también eso ocurre dentro de los homosexuales y nadie ni nada, ni ningún acto
habla de normalidad.
Debo decir, que miente, que no hace honor a la palabra de Dios cuando
afirma que hay un proceso incorrecto de maduración de la sexualidad en los
homosexuales. Que no debe porque importar el gusto de otro, y mucho menos si se
trata de una opción sexual, que pertenece, sin duda alguna, a la vida privada
de cada persona.
Debo decir, que siento que miente, que pretende quedar políticamente
correcto y se equivoca, cuando afirma que “la Iglesia también tiene que pensar en ellos”. No se preocupe padre, le
diría una persona homosexual, que no queremos su lástima, que no queremos y nos
importa la valoración que nos da la Iglesia o sus actores.
Debo decir, que es mentira que los
respeta, que a nadie le interesa esa clase de “Respeto”, que estas actitudes o
dichos, solo provocan separación, que alejan a muchos creyentes de La Iglesia,
que provocan violencia y discriminación. Afirman esto, seguramente, sin haberle
preguntado a Dios, si en verdad el piensa lo mismo.
Pero lo mas triste, lo mas denigrante,
es lo que dice en su último párrafo, donde aclara que en La Iglesia, “está muy
clarito, no se discute ni a nadie se le ocurre santificar una unión civil. Se
excluye totalmente”. Porque así, sin darse cuenta, pensando que actúa en nombre
del bien, excluye y separa a quienes no sienten como el opina.
Separar es parte de las religiones, no
es propósito de Dios.
Las principales religiones, las que
gobiernan el mundo de los creyentes, en gran parte, nunca se ocupan de los
despojados, de los necesitados de amor, de los pobres, por eso aparecen cada
vez más religiones, que se ocupan de ellos. Lamentablemente, estas pequeñas
religiones, actúan como las religiones más grandes, nada más, que sacándoles
plata a los que menos tienen.
Yo creo en Dios y creo que nadie puede
estar en medio de nosotros dos. Creo que cada uno sabe cuando miente, sabe
porque lo hace, sabe cuando lastima, sabe cuando hace el bien o hace el mal, y
no es necesario que intermediarios, medien entre Dios y Yo.
Y para terminar, debo decir, que no es verdad que por hacer esta
afirmación o firmar esta editorial, seré un pecador. Ellos solos, se meten en
estos debates, creyendo que son los dueños de la verdad y que el resto de los
mortales, deben escucharlos y hacerles caso, por tener un Don, que por lo menos
Yo, no se cual es.
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