viernes, 8 de febrero de 2013

Y el tiro del final, te va a salir...

Peñarol le ganó 3 a 2 a Ramsar Y el tiro del final, te va a salir... Domingo por la noche, clima especial para jugar futbol. Entonces decidí ir a cubrir, periodísticamente, un partido que a priori, tenía varios condimentos atractivos para realizar un lindo comentario en La Otra Verdad. Por suerte, esta vez no me equivoqué. Estos dos equipos, ya me habían defraudado, en lo que a futbol refiere, en el partido de ida, en la cancha de Ramsar. Solo pretendía no aburrirme como lo había hecho en el empate que mantuvieron en Basavilbaso. No quería ni tenía ganas, de darle color, a algo que me hubiese aburrido, con el objetivo de no aburrir al lector. Usted sabe, que nosotros, los que nos dedicamos a cubrir noticias, tratamos de que, mi caso, el lector, no se duerma en la mitad de su lectura. Entonces, cambiamos, pintando con palabras, un partido de tono gris, en un partido de colores más vivos. Créanme que este no es el caso. Hacía rato, que por esta zona, el futbol, no me daba el gusto de disfrutar de él, como a cualquier amante de este deporte, nos gusta disfrutar. Claro que para eso, a veces, es necesario que haya emociones, a lo que los futbolistas, les llamamos goles. Claro que los hinchas de Ramsar, no estarán contentos como los de Peñarol, y sus jugadores, cuerpo técnico y dirigentes tampoco. Pero debo decirles, que Ramsar se retiró de la cancha, dolido, muy dolido, pero con la frente alta. Porque dejaron todo, tanto afuera como adentro de la cancha, pero el futbol es así, y gracias a Dios, siempre lo será. Unos ganan, otros pierden, unos discuten las decisiones de los protagonistas, jugadores y técnicos, y otros las apoyan o tratan de ver lo bueno. Pero esta vez, quiero felicitar, a ambos equipos, por brindar un partido, más que un partido, un segundo tiempo de alto vuelo futbolístico. Porque el futbol no solo son caños y gambetas, el futbol es mucho más que eso. El futbol es pasión, garra, corazón, decisión sin tiempo, estrategia, compañerismo y demás adjetivos, que hacen que sea el deporte más hermoso del mundo. Todos los adjetivos que antes cité, fueron los que calificaron a este partido, como el mejor, a mí entender, de estos casi dos años, que llevo mirando futbol en esta zona del país. Pero vamos a los que realmente importa a todos, que es el desarrollo del partido, a mí entender. Como mas o menos se los anticipé, el primer tiempo, no me ocupará mucho en recorrerlo, porque fue un primer tiempo bastante austero de parte de ambos equipos, quizás se esperaba un poco mas de los de Basavilbaso, quienes estaban mas comprometidos con la victoria, porque de perder, como pasó, lo dejaría con muy escasas posibilidades de pasar a la segunda ronda de este campeonato, debido a que Peñarol, tenía los mismos puntos pero la diferencia de gol era muy abultada en comparación de Ramsar. Un primer tiempo con escasas situaciones de gol para ambos equipos y colmado de tarjetas amarillas. Salvo un par de ocasiones, una para cada uno, hasta el final del primer tiempo, el partido quedo trabado en el medio, y con muchas infracciones de ambos elencos. Sobre el final, en una equivocada salida de Olarte, arquero de Peñarol, Ramsar tuvo la posibilidad de acertar en el arco contrario, pero sobre la línea, el defensor local, le devolvió el aire a los muchos simpatizantes del tricolor que asistieron al encuentro y a quienes lo escuchaban en sus radios. De contra a esa situación, llegaría el primer gol a favor de los dirigidos por Bustamante, en una confusa situación dentro del área, donde la pelota quedó en los pies del numero once, que colocó la misma, al lado del palo izquierdo de Ledesma. Así se cerró el primer tiempo, con Peñarol, ganando uno a cero y con dos equipos, colmados de tarjetas amarillas. El segundo tiempo fue otro. Ramsar adelanto sus marcadores de punta, dejó tres en el fondo y Peñarol, siguió casi de la misma forma, hasta que en una jugada sin preocupaciones para el local, Schiavo (SP) deja a su equipo con un jugador menos. Bien expulsado por el arbitro, que le colocó la segunda amarilla, por arrojarse con sus dos pies hacia delante, contra un jugador visitante. A los dirigidos por Grané, se les abría una puerta para lograr el objetivo. Pero como esto es fútbol, y Peñarol tiene un nueve que es de lo mejor del torneo, en una corrida terrible, coloca el segundo de los locales. La cancha era un hervidero, y la gente del Peña, no para de festejar. Luego, el mismo Villaverde (pelado) gana una pelota mal rechazada por el arquero de Ramsar, coloca el freno, hace pasar de largo al defensor, y pretende colocar el balón el en segundo palo, estando a un metro de la línea, y Ledesma se recupera y tapa una brillante pelota. Hasta que Ramsar se acordó de quienes eran, de lo importante y destacada que fue su actuación en el anterior certamen y empezó a presionar y a colocar contra el arco a los de Bustamente, que a mí entender, se dejaron estar bastante. Luego de una infracción, contra el mejor jugador de Ramsar, Müller, su numero cuatro y un tumulto de jugadores que pretendían mostrar su hombría a base de empujones, sale un tiro libre cruzado, rápido, de Noguera, que alcanzó a desviar con la cabeza Sebastián Taborda , llega el primer gol de Ramsar. La cara de los allí presentes, había cambiado, tanto para locales como para visitantes. El entusiasmo se apoderó de los jugadores de Grané, que unos minutos mas tarde, llegaron al empate, de la mano de la figura del partido, el numero cuatro de Ramsar, Müller, que desconcertó al arquero, que creyó que este depositaría un centro en el área, debido a la larga distancia de su remate, pero la pelota fue dirigida al primer palo y beso la red, para darle el empate y la esperanza de clasificación a los de Basavilbaso. De ahí hasta casi el final del partido, quienes más proponían ganar, porque también lo necesitaban, eran los visitantes. Sobre el final del partido, el árbitro levanta su mano derecha y señala que se jugarían cuatro minutos más. Y el futbol tiene esas cosas, donde la lógica no juega ningún papel importante y donde lo que debería ser o parecía ser, no lo es. Ya diez contra diez, por la expulsión de Taborda como dije antes, el que mas buscaba era Ramsar, pero en una pelota mal rechazada por Ledesma, que para mi debía agarrarla, llega el tercero de Peñarol y la explosión final de la hinchada, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Porque no hubo tiempo para más. La estocada final de los locales, dejó casi sin chances a Ramsar, para clasificar a la segunda fase de este Torneo Provincial de Clubes Campeones. Así, de esta manera, los locales festejaron y los visitantes se fueron muy tristes, porque la victoria golpeó su puerta y no le abrieron. Lo que no debe pasar más. Lo que no debe pasar mas, es la violencia y las agresiones. Deben entender los hinchas, que esto es muy lindo, pero se pone muy feo cuando la violencia se hace presente. Porque lo bueno que hicieron todos los locales, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, pudo haberse arruinado por un par de inadaptados que pretendieron agredir a los jugadores de Ramsar, que reaccionaron con agresiones. Ni una ni la otra, ningún motivo es suficiente para justificar la violencia. Ni haber ganado, ni haber perdido, ni agredir, ni respondes las agresiones justifica la violencia. Aunque sea un partido muy importante para las aspiraciones de ambos, es solo futbol y nada más que futbol. Así se lo debe tomar, y así se lo debe trasmitir. Violencia, es mentir. Nahuel Daniel Albornoz

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