martes, 26 de marzo de 2013

La AFIP presentó un plan que facilita la regularización fiscal de las pymes


La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) presentó ayer un plan de regularización fiscal que puede beneficiar hasta 1.713.355 contribuyentes que mantienen deudas con el Estado Nacional. La medida es la primera decisión política concreta que surge de la reunión que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo el miércoles pasado con los funcionarios responsables de la administración económica del país.
El plan no es una moratoria como las que se vieron en la historia tributaria del país, ya que no incluye condonación ni remisión de capital o intereses, pero ofrece un plazo de hasta 120 cuotas que los analistas consideran muy satisfactorio y una tasa del 1,35 por ciento (16,20% anual), mucho mejor que la que las pymes con problemas financieros consiguen en los bancos. Como indica la Resolución 3451 que se publicó en el Boletín Oficial, las cuotas vencerán el día 16 de cada mes y el monto de cada una deberá ser de 150 pesos o un monto superior.
Las facilidades podrán ser consideradas para deudas impositivas, aduaneras (multas y cargos suplementarios) y de los recursos de la seguridad social con vencimiento de presentación y pago hasta el 28 de febrero de 2013. También se podrán incluir las deudas derivadas de ajustes de inspección y las que se encuentran en discusión administrativa, contencioso-administrativa o judicial (para las que el contribuyente debe dar de baja su queja).
Los deudores podrán anotarse hasta el 31 de julio, pero no es una obligación, obviamente tienen la posibilidad rechazar el plan porque consideran que no les corresponde la deuda y continuar por la vía del reclamo, o también quedarse con planes de facilidades anteriores a este anuncio excepto el llamado Acuerdo Fiscal.
En tanto, hay todo un universo que a pesar de mantener deudas no va a poder formar parte del programa, como los aportes y contribuciones destinados al Régimen Nacional de Obras Sociales; los correspondientes a los sujetos adheridos al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes; las cuotas destinadas a las ART; el IVA que se debe ingresar por las prestaciones de servicios realizadas en el exterior cuya utilización o explotación efectiva se lleve a cabo en el país; y Obligaciones de los impuestos a las Ganancias y a la Ganancia Mínima Presunta, correspondientes a los ejercicios fiscales finalizados a partir del 1 de octubre de 2012, inclusive, y al Impuesto sobre los Bienes Personales por los períodos fiscales posteriores a 2011.
Las grandes empresas que fueron denunciadas penalmente tampoco podrán poner al día sus deudas con el plan. La AFIP ejemplificó con "Cargill (228 millones de dólares), Bunge (126 millones de dólares), LDC-Dreyfus (141 millones de dólares), Molinos (197 millones de dólares), Nidera (132 millones de dólares), Aceitera General Deheza (48 millones de dólares), Vicentín (62 millones de dólares) y Oleaginosa Moreno (17 millones de dólares)."
Aquellos que ingresen en el programa de facilidades tendrán que tener en cuenta que la caducidad operará de pleno derecho y sin necesidad de que medie intervención alguna por parte del organismo recaudador ante la falta de cancelación de las cuotas. En particular, se dará de baja el beneficio cuando falte el pago de dos cuotas, consecutivas o alternadas, a los 60 días corridos posteriores a la fecha de vencimiento de la segunda de ellas, o de una cuota, a los 60 días corridos contados desde la fecha de vencimiento de la última cuota del plan. "Una vez operada la caducidad, el juez administrativo competente, dentro de las 48 horas, deberá disponer el inicio o prosecución, según corresponda, de las acciones judiciales tendientes al cobro del total adeudado", explicó el organismo estatal.
También existirá el caso contrario, en el que los contribuyentes quieran cancelar la deuda total con anticipación. Para esa situación se podrá solicitar la opción a partir del mes en que se produce el vencimiento de la segunda cuota del plan de facilidades.
"Es un plan que debe ser bien aceptado por los contribuyentes ya que facilita su posibilidad de regularización. Además, en muchos casos el Estado va a lograr convertir en dinero deudas que no se estaban pagando. No le veo aspectos que podrían criticarse desde ninguno de los dos puntos de vista", señaló el economista Elías Lisicki. El especialista en política tributaria destacó que si bien faltan detalles que se irán aclarando con la práctica, el plazo que se ofrece no se podía encontrar en los "blanqueos" y "moratorias" que se observaron en la historia argentina, aunque estos últimos incluían condonación de parte de la deuda.
"Es un alivio a todos los que están endeudados", sostuvo el contador Arnaud Iribarne, del estudio Iribarne y Asociados. En su análisis explicó que hay empresas que buscan contratar con el Estado y no pueden obtener el certificado fiscal por su deuda, cuestión que tampoco pueden cubrir con un banco porque no los consideran sujeto de crédito por la misma razón. A partir de ahora, estas mismas empresas podrán presentarse a licitaciones al pagar en tiempo y forma las cuotas mucho más livianas que les está ofreciendo el gobierno nacional.
En tanto, el economista Alejandro Otero señaló que "el año 2012 fue complicado y se acumularon deudas con el fisco, por lo que la medida viene a resolver un problema concreto y mejora así el perfil económico de los contribuyentes". Para el especialista, de esta forma se hará más barata la operatoria de las empresas y mejorará su desempeño, potenciando el mercado interno y afianzando el empleo.
Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) le dijo a este diario que expresaba su beneplácito por el régimen, debido a que iba a ayudar a un número importante de empresas con acento en las pequeñas y medianas. "Al regularizar su situación podrán tener acceso al crédito y mejorar su condición financiera. Pasar de una tasa del 3% a una del 1,35% nos parece muy positivo", señaló.

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