La tapa que nunca hubiésemos querido hacer
Claro es el título, como para que Usted se dé cuenta desde
que lado le voy hablar. Porque hacer periodismo como algunos, mostrar lo bueno,
para sacar a relucir lo malo, de este enorme mandatario venezolano, no es lo
mío, no dedicaría ni una línea de nuestro periódico para mentir, para engañar o
para ocultar. Yo no escondo mi postura para caerle bien a la gente, yo no
escribo para caerle bien a cierta gente, yo muestro otra verdad, porque no me
gusta mentir, y todos, absolutamente todos tenemos una postura con respecto a
la vida, a la política, al deporte, etc. Entonces, tendré que ser muy claro
para defender mi postura, mi parecer por este líder, que se llenó de más amores
que odios. Que es y será odiado, detalle menor si se quiere, el ser odiado, porque
hay personas que hasta la muerte le han deseado. Entonces, el problema no es que
lo odien sino quien lo odia. Claro está, claro estuvo, para quienes escuchamos
a Chavez y no a los mediadores, si es que lo son, los periodistas, que se han
dedicado a tergiversar la realidad de la tercera potencia Sudamericana, que
gobernaría para su pueblo, para el verdadero pueblo. Este gran líder caribeño
hizo que su país, devastado como lo estaba antes de que él asumiera, sea la
tercera potencia del cono sur. La hizo visible, la mostró al mundo y todos
conocimos Venezuela. Este, era un país extremadamente pobre, gobernado por
neoliberales que como en nuestro país, trabajaron para grupos selectos o
minorías adineradas.
Venezuela estalló antes, varios años antes que estallara
nuestro país. Hasta que llegó Chavez, llegó el Comandante. Llegó quien se
ocuparía de devolver a su pueblo, lo que otros le habían quitado. Les devolvió
la patria, les devolvió la dignidad de tener una casa, de alimentarse, de
estudiar, de progresar, les devolvió la razón de personas. Pero claro, eso, del
otro lado de la vida, es clientelismo. Eso es ser hipócrita y dar migajas para
que te voten, dicen algunos. Claro… Como no van a creer que es migajas, si para
ellos, es migajas. ¿Sabrán estos detractores, lo que es perder la dignidad del
trabajo, lo que es perder o no tener de cobertura médica, de que te falte para
comer? ¿Se han puesto alguna vez, estos detractores, en el lugar del otro, y
ver que hay muchos que necesitan saber que son escuchados? El problema no es lo
que poseen, sino como lo poseen. El problema no es que ganen más, el problema
es a costa de quienes van a tener más y a costa del sufrimiento de quienes. Eso
hizo Chavez. Le dio libertad, le devolvió la alegría a un pueblo, que empapado
de caribe, festejaba bailando y cantando cada logro de su Presidente. Cada logro
que su presidente conseguía para su país y para su pueblo.
Chavez trabajó para su pueblo, trabajó para los que habían
sido relegados durante años por pequeños grupos oligárquicos, obsecuentes de
turno que nunca faltan y rendidos a los pies, besándoselos delante todos, sin
darse cuenta de lo indigno, a los Estados Unidos de Norte América. Esa era
Venezuela antes de Chavez. El petróleo, fuente de bienes venezolanos, es lo que
hace que este país sea uno de los más ricos del mundo. Entonces, Chavez le dio
valor agregado a su producto. Ese mismo producto, fue antes de Hugo Chavez, el
motivo de la esclavitud y pobreza de su pueblo y la riqueza de unos pocos. Con
Chavez en el poder, esa plata se volcó al pueblo. Trajo profesores, maestros,
médicos de Cuba, para reeducar a su país y creo salas de primeros auxilios cada
cuatro manzanas. Intercambió a Cuba, cientos de miles barriles de petróleo por
día, para reconstruir una sociedad completamente devastada desde lo
educacional, desde la salud y el trabajo.
Pero el miércoles pasado, cuando dejó de respirar, cuando
dejo la tierra por legado de Dios, hubo un pueblo que lloró, que llorará por
esta pérdida física, pero tiene la convicción de que las ideas han quedado
plasmadas y visibles al pueblo, para que Venezuela no caiga. Porque hoy sus
pobladores saben quiénes son los buenos y quienes son los malos, lo
individualistas, los que se enriquecen con el trabajo de sus ciudadanos. Chavez
se los mostró y sembró mentes, que florecieron y florecerán para que siempre
haya un líder que pelee por sus derechos, por su alegría, por su progreso.
Es la tapa que nunca hubiésemos querido hacer. Porque
este periodista, quien escribe, antes y
ahora cree y creyó importante y fundamental que Hugo Chavez siga con este
compromiso, que sellaron junto con Nestor Kirchner y Lula, haya por el año 2005
cuando desarmaron el ALCA, en la ciudad de Mar Del Plata, en la reunión que
mantuvieron los primeros mandatarios Americanos. Ese es el momento crucial de
este proyecto de una Patria Grande, como la soñaron San Martín y Bolivar, como
la soñamos todos aquellos que queremos y creemos en la democracia y la hermandad
de nuestros pueblos.
Momento histórico de América del Sur, momento inigualable en
cuanto a la calidad de políticos y a la implantación de gobiernos progresistas
y populares, hicieron de esta tierra, una tierra de paz, sin guerras y sin la
posibilidad de que Estados Unidos y Europa provoque malestar entre estos países
vecinos, amigos y hermanos.
Una gran pérdida, no solo para Venezuela, sino para toda la
región. Y si es necesario destacar, lo haremos diciendo que esta provincia,
Entre Ríos, fue y será una de las más beneficiadas en la relación comercial que
existe con Venezuela. Esta provincia exporta al país caribeño, cientos de miles
de toneladas de arroz y productos lácteos. Argentina, Venezuela, Brasil,
Ecuador, Bolivia y Uruguay, pertenecen a un bloque político. Estos países no
estarán más solos en ninguna lucha pacífica, nunca más serán invadidos por propios
y extraños. Se trabaja en conjunto, para tener mayor peso específico a la hora
de negociaciones con otros países del mundo.
Esta zona, de paz, de libre comercio y de hermandad fue un
legado de Bolivar, de San Martín, que estos mandatarios entre los cuales estaba
Hugo Chavez, hicieron punta de lanza y lo revivieron.
Hugo Chavez se fue, y con él, se fue un líder, y gran parte
de América latina lo llora. Dejó marcas, dejó huellas, huellas que llevan a la
unión, a la fuerza, a la explotación de la mente y del corazón. Se fue Chavez y
dejó enseñanzas, hablo miles de hora para que cuando andemos medios
tambaleantes, lo escuchemos y no olvidemos, dejó miles de horas de consejos
políticos para que lo escuchemos y redireccionemos nuestro rumbo, si es que va
mal encaminado. Chavez se fue, pero está en cada venezolano que lo amó, porque
Chavez, Chavez es el corazón de su pueblo.
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