viernes, 14 de diciembre de 2012
Trátame suavemente
Comienzo esta, mi editorial de hoy, dejando bien en claro, que siempre que escribo, lo firmo y no hago responsable a nada ni a nadie. Aclaro esto, como lo he aclarado en varias oportunidades, porque esta semana, el Director del Hospital, Sagrado Corazón de la ciudad de Basavilbaso, hizo responsable a Jorgelina Cordoneda, mi compañera, mi mujer y madre de mi único hijo, de la editorial que yo mismo publicara en la edición 42 del 16 de noviembre de este año. Quiero aclarar que Sergio Giordanengo, sabía que Yo había escrito esa editorial, porque fui Yo, Nahuel D. Albornoz quien se lo comunicó telefónicamente antes de que son escrito llegue a otros medios (tuvo tiempo para corregirlo). Fueron muchos los agravios vertidos en las páginas digitales de esta ciudad, para con mi mujer, la cual no tiene nada que ver. Yo acepto cualquier tipo de críticas, ofensivas o no, destructivas o no, porque tengo bien claro, que no se puede pretender que todo el mundo esté de acuerdo con lo que uno piensa. Tampoco escribo para eso, todo lo contrario, no me rindo ante nada ni nadie y dejo que las cosas fluyan.
También quiero agradecer por este medio, la deferencia que ha tenido el Director del Hospital de retractarse inmediatamente ante mi llamado, dejando bien en claro que nada tenía que ver Jorgelina Cordoneda. Lástima, que los portales de internet, no se hicieron eco de esa retractación que el medico envió a esos mismos medios el mismo día que estos publicaron su descargo. Pero como ya es sabido, hay quienes actúan profesionalmente, porque lo son, y otros no, porque claramente no lo son y dejan que se ensucie el buen nombre de aquellos que nada tienen que ver, en pos de darle un tono amarillo a su medio de comunicación.
En estos medios se maltrató a una mujer, como lo hacen en la mayoría de las ocasiones. No me asombra nada ni nadie, es tan simple opinar mal o hacer que los demás opinen mal, y da lo mismo todo, cuando no se sabe o no se han capacitado para esto. No me puede sorprender nada, cuando en la misma página, se muestra un feto, depositado en una alcantarilla con el afán de conseguir llamar la atención de muchos curiosos. Lo que para algunos nos resulta desagradable, otros, lo usan pensando en su mísero bolsillo.
Aclarado esto, y dejando bien en claro que Jorgelina Cordoneda, no fue la responsable de mi editorial, comenzaré a contarles la charla que mantuvimos con Sergio Giordanengo.
Antes de comenzar, pido disculpas al mismo Gierdanengo, por no haber publicado su opinión sobre lo que escribí, sin poner peros y excusas. Acepto la equivocación publica y en forma privada, también las he dado como el médico, lo hizo con mi mujer.
En la charla que mantuvimos, como en las ocasionales charlas que hemos tenido, coincidimos en que ambos incurrimos en errores, sabiendo que nadie es perfecto y que ni Él, ni Yo, actuamos de mala fe.
Esto no quiere decir que nos hayamos puesto de acuerdo en todo, por lo contrario, tenemos muchas diferencias, pero también, sabemos ambos, que coincidimos en otras tantas.
En lo que respecta a lo publicado por Giordanengo, se Yo, que tiene todo el derecho a réplica y debió haber sido publicada en La Otra Verdad. Él sabe y me lo confirmó, que fue apresurada la decisión de hacer público en otros medios su disconformidad con lo expuesto en esa editorial.
En ese escrito, publicado el 16 de noviembre, hablo muy bien y destaco la participación de todo el plantel de enfermería, de su incansable cooperadora y la labor de la mayoría de los médicos que allí trabajan. Claro está, que mi crítica fue y siempre lo será, constructiva. Dejo sentado en ese escrito, que el Hospital, es el mejor de la zona, que atiende problemáticas que deberían ser atendidas por hospitales de otras localidades, que se sigue agrandando en cuanto a lo edilicio y que las personas, llegan hasta este mismo, para ser atendidas como corresponde. Eso no quiere decir que no haya falencias en el desempeño o en el transcurrir del trabajo diario. Nadie es perfecto y el que hace se equivoca. Que sea el mejor de la zona, no quiere decir que todo lo que se hace este bien. Eso habla también, de lo mal que se trabaja en otras localidades, en donde los ciudadanos, deben trasladarse hasta Basavilbaso para recibir una mejor atención. Si las comparaciones se van a hacer, que se hagan mirando para arriba y no para abajo. Que lo normal, que lo que antes no era y ahora sí, no dejen creer que las cosas se hacen bien en su totalidad, y que seguramente, se podrán cambiar, si se hace un poco de autocrítica.
En su escrito, el Director, habla de “Derecho” en lo que es un servicio. Claramente es un derecho, la salud publica en Argentina y así lo debemos exponer. Comparto plenamente esa opinión, pero claro está, que la salud en un servicio, porque así lo expone El Ministerio de Salud de La Nación y de la Provincia, e inclusive, en su descargo, Giordanengo, cita algunos artículos que así lo describen. Más allá de su apreciación personal, la salud pública en Argentina es un servicio.
Que se cuente con personal especializado, dos horas o tres semanales, dos horas o tres mensuales, a mi entender, no cumple con las necesidades de una sociedad, que sobre pasa a Basavilbaso. Claro está, porque así lo expuse anteriormente, que la culpa no es del Hospital Sagrado Corazón, sino de la mala gestión de los hospitales de la zona.
Sigo sosteniendo que no es humano ni es lo correcto, hacer retirar los números de turno a las seis para ser atendidos a las ocho en los nosocomios de casi toda la provincia y casi toda la Argentina. Creo que se debe trabajar para que esto no suceda.
Pero todas estas opiniones, no tapan, ni van a tapar otras cosas que con buen tino y buena gestión, realiza el Hospital de todos. No hay dudas de que es el mejor de la zona, y que los pacientes son tratados profesionalmente, mejor que en otros nosocomios.
Hace más de veinte ediciones, que este periódico, dedica la página 4, para difundir los que se gestiona desde el hospital, tanto sea de su Director como de su cooperadora. También, es bueno destacar, que La Otra Verdad, no cobra un centavo por esto, solo que cree, que de esta forma, se colabora. Para que la este periódico salga a la calle, necesita de inversiones semanales distintas a otros medios. ¿Por qué no leen otros diarios o periódicos de este tipo, de tipo papel prensa, a color y de más de cincuenta páginas, publicaciones gratis de distintas entidades? Nadie brinda ni un mísero espacio gratis y los costos son bastante altos. Mucho menos si el Director o el responsable de la entidad fue pre candidato a Intendente. Creo en la buena fe de Giordanengo, que esto no es política y creo fundamental que el ciudadano sepa con los beneficios (aunque al director no le guste la palabra “beneficio”) que brinda el centro de salud de su ciudad.
Nunca hemos recibido ningún agradecimiento por esto y no lo hacemos para eso. Pero ante la mínima crítica, como se lo he manifestado al médico, sale a defenderse de algo que habla más bien que mal, de algo que me canse de expresar, que no era una crítica, por no hacer nada, sino que una crítica, para mejorar lo que se viene haciendo.
Aclarado esto, con quien correspondía, y dejando bien en claro, que soy Yo, Nahuel Daniel Albornoz, quien es el responsable de lo que escribo y nadie más que Yo, expondré en las próximas hojas, algunas frases vertidas por mí, en esa editorial, para que Usted, saque sus propias conclusiones, ya que en lo expuesto por el médico, no está la totalidad de mi escrito. También, expongo en las siguientes páginas, el descargo o la opinión de Sergio Giordanengo.
No cierro este debate, por lo contrario, lo dejo abierto, para que todos y todas opinemos, como lo pactamos con Giordanengo, porque ambos creemos, que en el debate se crece y que nadie es dueño de una verdad absoluta.
Tampoco hago responsable al Director, de los mensajes vertidos en un portal “informativo” local, sabiendo que eso no lo puede controlar otro, que no sea el dueño del portal. Portal que carece de profesionalismo informativo, que hace críticas anónimas o que deja hacer críticas anónimas. Yo me hago cargo de lo que escribo, cito fuentes, y no hablo en nombre de la gente para hacer una crítica. No tengo miedo de decir lo que pienso, no trabajo para nadie ni me paga nadie, hago críticas con respeto, porque creo que así se trabaja periodísticamente. El... “se dice que”... ¿será verdad?... “la gente dice”... es mentir. En un país, donde la libertad de expresión existe, hay quienes no se animan a hacer críticas, por miedo, por plata o por falta de profesionalismo. Desde La Otra Verdad, trabajamos para ganar plata, como cualquier otro medio de comunicación, pero sabiendo que el fin, no justifica los medios. Desde La Otra Verdad, trabajamos con respeto de la opinión ajena, con nuestra verdad, que no es absoluta y que es siempre a favor de los más necesitados.
Y para culminar con este escrito, para quienes tildaron a mi mujer mi de opositora al Director del hospital, les cuento que en La Otra Verdad, se han vertido críticas, también constructivas, hacia la labor de la actual dirigencia municipal, solo que son menos susceptibles y tomaron mis comentarios para luego debatirlos personalmente como lo hice el miércoles con Sergio Giordanengo. Hay quienes necesitan un buen trato y otros, que necesitan que se los trate suavemente.
El buen trato con Gierdanengo, según Él y Yo, va a seguir siendo el mismo, cordial, ameno y democrático, aunque muchos no lo entiendan.
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