Diez años, se cumplirán este próximo 25 de
mayo, de la asunción de Nestor Kirchner a la presidencia de nuestro país. Diez
años de cambios profundos, de ampliación de derechos para quienes siempre
fueron los más vulnerados en nuestra sociedad y en la de distintos países del
mundo. Diez años de un cambio de paradigma social, donde los que mandan son
quienes elegimos únicamente con el voto, porque así lo decide el pueblo cuando
vota. Un cambio en el manejo del país, un cambio que perjudicó, como nunca
antes, a los poderes económicos que se hicieron tales con el sufrimiento del
pueblo, que depositaba su confianza a gobernantes que bajo presión o no,
delegaban ese poder en grupos económicos.
Y porque los cambios fueron grandes y profundos,
han generado, tanto Nestor Kirchner como Cristina Fernández, en esta sociedad,
dos mundos diferentes, entre los que confían en este proyecto nacional y
popular y quiénes no. Sin entrar en críticas a quienes no les parece una buena
forma de gobierno, la que estos mandatarios ejecutan en nuestra cotidianeidad,
porque no es el fin de este editorial, debo decir, que en este movimiento hay
amor, ganas de organizarse, fe y mucha confianza más que nada en la política
implementada. De lo contrario, no podría generar tantos amores y odios
simultáneos, porque si bien hay un cincuenta y cuatro por ciento de votantes
que apoyaron este proyecto, también hay un cuarenta y seis restante que creo
que hasta los odia. No es poco que un porcentaje de esos te odie, pero tampoco
es poco que un cincuenta y cuatro que te ame. Los cambios abruptos y
consistentes provocan esas rupturas en la sociedad y Nestor Kirchner y su
esposa lo sabían.
Presentaron batallas importantes pero nunca
contra los más desprotegidos, nunca contra quienes históricamente eran los que
pagaban los platos rotos. Las batallas presentadas permitieron la recuperación
de lo que era nuestro y algunos habían decidido venderlo y quedarse con el
vuelto o con todo. El resultado de estas luchas, fue la recuperación de parte
de nuestro país de YPF, Correo Argentino, Aerolínea Argentinas y la
Administración de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). Estas empresas son
cruciales y serán cruciales para este proyecto, que pretende controlar, como así
creo necesario, la plata del pueblo, y a su vez, hacer entender con política
inclusivas, que el dinero de nosotros, no puede nunca estar en manos de
privados, que son los que nunca pierden cuando al país o a esas empresas les va
mal.
Estas políticas otorgaron derechos para
quienes no los tenían y claramente debían poseerlos. El matrimonio igualitario
permitió que personas del mismo sexo puedan casarse, y aunque para muchos esa
no es fue una buena decisión, nada le importará desde ese momento a quien no gozaba
de ese derecho y eso es lo único importante y primordial en una toma de
decisiones. Nunca más, porque así lo dice la ley, podrán ser discriminados en
ningún registro civil, ni por pretender casarse y que les digan que no, ni
cuando pretendan cambiar su nombre por alguno que le caiga en gracia, porque
hoy, María puede ser José y viceversa. Nadie puede ponerse mal, porque otro
goce del mismo derecho que uno tiene.
Hoy, esos viejos vulnerados, esos viejos
olvidados, esos que protestaban en la década del noventa y principios del dos
mil por una jubilación digna, hoy gozan de derechos. Porque no solo están
mejores pagos y atendidos por sus obras sociales, sino que millones de personas
se han sumado a este sector que hoy tiene beneficios, por ley, de dos aumentos
anuales, uno en marzo y otro en septiembre y nadie se los podrá quitar porque
es ley. Hoy pueden gozar de una jubilación, aquellos que creían que nunca
accederían, no porque no trabajaron, sino, porque a muchos de ellos, sus jefes,
no les hicieron los aportes. Se les otorgó derecho a las señoras de la casa,
las que trabajaban para criar a sus hijos, las que se dedicaban a cocinar,
lavar, planchar para que cuando su marido llegue de trabajar este todo en
orden, y el único pago fuera la comida o algún regalo, porque sueldo y aportes,
nunca. Hoy, esas mujeres, que dedicaron su vida para que sus hijos sean
personas de bien, personas de trabajo, cobran la jubilación que merecían y
nunca nadie se las había otorgado.
Créanme que son muchas las obras para destacar
de este mandatario, que indudablemente, hizo historia, generó cambios que
generaron odios pero también mucho amor. Hoy el país es otro, muy distinto al
que Nestor Kirchner agarró en ese 2003. Hoy la gente no se quiere ir de su
país, en busca de trabajo, de un futuro. Hoy han vuelto miles de argentinos que
se habían ido porque un tren los pasó por arriba, los dejó sin nada, los dejó
sin fe, sin ahorros, sin casa ni comida, sin dignidad de trabajo, sin dignidad
de paritarias y cobrando sueldos irrisorios, si se cobraban. Un país y una
provincia que pagaba con bonos a sus trabajadores y no se los aceptaba para
pagar sus deudas con el estado. Un país con salud pública en un nivel de
desabastecimiento extremo, en los hospitales y en las obras sociales públicas,
trabajadores que pagaban de su sueldo, los aportes a sus jefes, quienes eran
dueños de las cajas de jubilaciones.
Kirchner agarró la hoya cuando quemaba en serio,
y nunca se quejó, trabajó para cambiar este país, para recuperar nuestra
soberanía, la del pueblo, trabajó para que hoy muchos chicos tengan un plato de
comida en su casa, para que tengamos un país más federal y eso molesta mucho, y
si no me creen, pregunten porque el kirchnerismo no gana en Capital Federal, en
Santa Fe, en Córdoba. Hoy por hoy, la plata se concentra, como siempre, en esas
tres localidades, pero sale para el interior, mucho más que antes, porque el
interior también existe, que es quien genera muchos recursos para este país.
Hoy, el turismo nacional e internacional genera que la plata circule por todo
el país, y los feriados están hechos o se cambian para generar que se provoque
esto. Y aquel que crea que es solo para no trabajar, debe sentarse un segundo y
ponerse a pensar, y sobre todo acá, en Entre Ríos, que hoy el turismo, deja
dividendos extraordinarios. Eso genera que se abran negocios, que se emplee a
más ciudadanos y que esa plata pase por las manos de estos mismos entrerrianos.
Si hay trabajo, hay menos delincuencia, más recursos, más gente que paga
impuestos, que generan más obras públicas, en fin, se mueve el mercado interno.
Pero es difícil cortar esta editorial dejando tantos
puntos sin tocar, sobre esta década que comenzó con la llegada al poder de
Nestor Kirchner. No se puede dejar de hablar del pago de la deuda externa,
generada por otros gobiernos y pagada en este ciclo. Porque el pago de la
misma, nos dio libertad, no dio la segunda independencia de nuestra historia.
Sin la presión de quienes eran los dueños de la deuda, en su mayoría
accionistas de distinta empresas multinacionales con capitales nacionales, sin
la presión de FMI y sus secuaces, nuestro país es libre de negociar y no está
obligado a comprar nada ni a nadie que no necesite. Por ejemplo, estos tipos,
que eran dueño de la deuda, a quienes debíamos pagarles, obligaban a nuestro
país, como a muchos otros, a realizar negocios que nos perjudicaban y
beneficiaban a otros. Hace un par de años, incluso, estas personas le pidieron
a la Argentina, que compre miles de toneladas de durazno al natural a Grecia para
ayudarlos, y la contestación de nuestro gobierno fue claramente negativa al
pedido. ¿Por qué deberíamos comprar duraznos, teniendo nosotros, mejores
porciones de tierra dedicadas a este cultivo?
Otro punto muy importante, y quizás de lo más
importante, es el trabajo importante que tuvo Nestor Kirchner en esta unión
sudamericana. La creación de UNASUR es fundamental en este proyecto, nacional y
ahora también, Latinoamericano. Fue fundamental el aporte de ideas y el trabajo
de unión que realizó en pos de una América unida, unida para que no sea más
manoseada por imperialistas que viven lejos de nuestras realidades. Las
decisiones son nuestras y con olor a café, petróleo, carne y demás recursos
típicos de esta zona del mundo. Porque tenemos todo, porque juntos nos hacemos
fuertes y separados no somos mucho, porque así damos pelea, desde hace unos
años, a esos que hace más de quinientos años nos gobernaron, porque así lo
permitieron aquellos que se rindieron ante la Europa colonizadora y ante un
Estados Unidos, tan mal paridos como los anteriores, que se enriquecieron con
sangre latinoamericana.
Muchas de las decisiones, muchos de los
trabajos realizados en nuestros país tienen que ver con la aparición de Nestor
Kirchner en la política nacional, y muchos de los que inyectan odios desde sus
editoriales o noticias de televisión, diarios, radios o sitios web, odian este
proyecto, porque les tocó no solo el bolsillo, metiéndose como corresponde en
sus negocios, que realmente se hicieron con la plata de los argentinos y con la
vida de muchos de nosotros, sino que también en la toma de decisiones
políticas, poder que ellos solo se adjudicaron. Hoy, un señor, se para delante
de miles de personas, denuncia sin pruebas y exige no solo ser escuchado, sino
que exige que la o el presidente le conteste... ¿Quiénes son? ¿Usted cree que
en Estados Unidos, el presidente, responde a inquietudes de periodistas? ¿Cree
que allí o en otros países europeos existe la libertad de expresión que hoy
vive en nuestro país? Piden no solo ser escuchados, sino que lo exigen, y a su
vez, se creen que se les debe contestar. Vuelvo a lo mismo... ¿Quiénes son?
¿Quién los eligió para gobernar? ¿Por qué no se arremangan y trabajan para
gobernar este país si tan clara la ven, si tan clara la saben?
Hoy el país es otro, y también lo será cuando
este gobierno, deje de ser tal, porque como todos los ciclos, se terminan,
ojalá no sea pronto y se pueda terminar con lo que se viene haciendo o
proyectando. Todo el poder que se generó, será utilizado por la política de
gobiernos siguientes a este proyecto, solo tendrán que esperar, esos que hoy
pretenden acceder a este, conseguir un líder que los represente y capte su
atención. Hay tan poco sustento, frente a este proyecto, tan poca homogeneidad
en los pensamientos y entre ellos mismos, que difícilmente puedan concentrar
ese cuarenta y seis por ciento restante en una sola persona. Mientras tanto,
este proyecto que nació con Nestor y que continúa con Cristina, sigue dando
pruebas claras de que hay otra forma de gobernar, que el poder real es el que
te da la mayoría del pueblo votante y que para eso los vota.
Diez años de la asunción de Nestor Kirchner,
diez años de un movimiento que nació con el veintidós por ciento de los votos y
que siempre fue sumando, que incluyó, que amparó y que cuidó de miles de
hermanos argentinos, que el neo liberalismo, los grupos económicos y sobre todo
la dictadura, había dejado olvidado. Un país con una industria nacional
creciente, con el sector del agro en momentos de riqueza inigualable, con más
escuelas técnicas, de las cuales saldrá la mano de obra especializada, hace que
nuestro país, siga creciendo.
Por todo esto antes expuesto y por lo que
quedó sin escribir, es que creo que Nestor, es el hombre de este nuevo siglo,
el gran constructor de una patria libre y soberana.
Nahuel Daniel Albornoz